El gobierno porteño planea extender la ampliación territorial y horaria de la restricción vehicular que rige en el área del Microcentro. A partir de un proyecto presentado en la Legislatura por la diputada oficialista Cristina García, proponen crear un Área Ambiental Buenos Aires Centro que prohíba el ingreso de vehículos particulares de lunes a viernes entre las 10 y las 19. La normativa además pretende extender los límites de circulación del actual polígono hasta Montevideo, Santa Fe e Independencia, dejando libre la 9 de Julio (ver mapa).

El objetivo de este plan es que la medida impacte en el 70% del flujo vehicular que se mueve en esa zona por día. Entre los fundamentos del proyecto de ley al que accedió este diario figuran la reducción de la contaminación atmosfética, acústica y visual, y la mejora de la velocidad de los transportes comerciales que circulan por la zona.

La creación de este polígono forma parte de un conjunto de medidas que impulsa el gobierno porteño que tienden al desaliento del uso del auto en zonas centrales de la Ciudad. “Una de las premisas de este gobierno es que la gente utilice cada vez más transporte público”, afirmó Horacio Rodríguez Larreta el lunes pasado en la conferencia Hábitat III, que se realizó en Quito, Ecuador.

De aprobarse esta norma los únicos vehículos autorizados para circular en este sector serán los taxis ocupados, motos, bicicletas, los servicios públicos como policía, ambulancia, bomberos, y los camiones de caudales y de correos. Los autos particulares, en tanto, sólo podrán acceder a esta zona si son propietarios de alguna cochera o tienen contrato de alquiler con algún estacionamiento. En ambos casos deberán contar con un permiso otorgado por el Registro Area Ambiental Buenos Aires (Rebac). Actualmente el valor del permiso en la zona es de $ 1.000 anuales.

“Es una decisión imprevista que va a impedir la llegada de clientes eventuales a los estacionamientos. Con los clientes mensuales no se podrá mantener el negocio”, agregó el titular de la entidad.

La oposición también mira con reservas la iniciativa. “La creación y ampliación de áreas ambientales son políticas básicas de ordenamiento del transporte urbano. Sin embargo, no hay que dejar de analizar los perjuicios que puede ocasionar la medida. Hay que buscar el menor impacto negativo posible”, señaló Claudio Palmeyro, diputado del Bloque Sindical Peronista. Mientras que Hernán Rossi, del Bloque Eco Suma + advirtió: “Debe ser una norma planificada que contemple a todos los actores involucrados. No es cuestión de avanzar a ciegas obsesionados por hacer que las cosas pasen”. PERFIL consultó a la Secretaría de Transporte porteña, que prefirió no hacer declaraciones sobre el tema.